El 7

Distinguidos miembros, socios e invitados. Al fin me he decidido a publicar este pequeño artículo en homenaje a tan magnífico garito, no sin antes asegurarme de que efectivamente el acceso ha sido restringido sólo a personal autorizado. Así que ahora que estamos solos, podéis ver el material que ellas tanto han estado buscando.
Como todos los grandes descubrimientos el 7 fue encontrado al azar.
Después de una copiosa cena en un restaurante del puerto, en el que el Presi se empeñó en cenar carne, a pesar de ser conocido mundialmente por sus mariscos de gran tonelaje, nos encaminamos hacia ‘alguna terracita para tomar una copa tranquilos y relajarnos después del largo viaje’.
Después de unas pocas copas y algún que otro chupito de Dios sabe qué, de repente, según íbamos andando hacia ninguna parte en concreto, una inmensa puerta de madera se abrió por un instante y del interior brotó una luz cegadora. Lo que creí ver en ese brevísimo momento antes de que la puerta volviera a cerrase lo achaqué al último chupito que todavía estaba reciente, pero Nicklaus, que en estas cosas no se deja engañar fácilmente me dijo por encima del hombro ‘Creo que he visto un bikini bailando’.
Ahí se acabó la conversación. Como si de uno solo se tratase, los cuatro traspasamos el umbral del 7. A partir de ahí, mis recuerdos se pierden en la niebla. Menos mal que contamos con el siguiente material gráfico para poder reconstruir lo que allí pasaba.




2 comentarios:

caius dijo...

¡Ese culo me suena!

Manu dijo...

se me caen las lagrimas de recordarlo...