Por qué se juegan 18 hoyos en una partida de golf?

Mucha gente se pregunta por qué los campos de golf tienen 18 hoyos. Hace siglo y medio los campos tenían diferentes número de hoyos. El Old Course de St. Andrews tenía 12 hoyos en 1764. Diez de ellos se jugaban dos veces, por lo tanto una vuelta consistía en 22 hoyos. En 1764, los miembros decidieron combinar los primeros 4 hoyos para hacer 2 más largos. Por lo tanto la vuelta cambió de 22 a 18. En 1857, St. Andrews decidió construir 8 dobles greenes en los hoyos que se jugaban dos veces creando así una vuelta auténtica de 18 hoyos. Finalmente, en 1858, se estableció la vuelta de 18 hoyos como standard para competiciones entre sus miembros.

Sin embargo, hay quien asegura que durante las discusiones para fijar el número de hoyos que se deberían jugar en competición, un "senior member” de St. Andrews dijo que normalmente se pulía un "quinto" de güiski en 18 tragos. Por lo tanto, e hipotéticamente, si se limitase a beber  sólo un trago por hoyo, el buen escocés calculó que la partida se acabaría justo cuando el güiski se acabase,  momento perfecto para volver a la casa club. Argumento de peso que acabó de convencer hasta los más escépticos. (Es importante recordar que un quinto de güiski corresponde a un quinto de galón que más o menos son 25 onzas líquidas osea 750 ml, es decir... una botella).

Entrenamiento en altura...
















Los jugadores ultiman su preparación para la Copa Garris. Ningún detalle se deja al azar. La tensión es palpable...

Vuelve el Maestro.

El sol ha vuelto a salir para Chema Olazábal después de muchos oscuros nubarrones. El año 2011 ha recibido al campeón vasco, de 45 años, con varios rayos de esperanza. La capitanía europea de la Copa Ryder le ha vuelto a situar en el primer plano del golf. Y la mejora de sus eternos dolores de espalda le ha permitido volver a sentirse jugador y completar cuatro semanas seguidas de golf en los emiratos -las dos últimas pasando el corte-. Todavía, dice, no se considera golfista al cien por cien, porque sigue luchando por recuperar viejas sensaciones perdidas, pero sí al menos ha vuelto a sentir la emoción de volver a pisar un campo, golpear la bola, la ilusión de salir a competir contra los mejores.
Olazábal ha vuelto, y en el panorama más cercano aparece su querido Masters de Augusta, la primera semana de abril. Antes quiere participar en el torneo de Arnold Palmer, si recibe la invitación, o en caso contrario en el Open de Andalucía, junto a Miguel Ángel Jiménez, otro veterano (47 años) cuya salud y buen momento de forma han animado a Olazábal a volver a la carga. "Ver a Miguel jugar así, con esa alegría, me da moral", cuenta Olazábal. "Ser capitán de la Ryder me llena de orgullo y responsabilidad, pero yo todavía quiero jugar, sentirme golfista, darme incluso una oportunidad de ganar".

(c) Juan Morenilla, El Pais 07/03/2011)