...para acabar al día siguiente en Quinta da Ría


No sé a quien coño se le ha ocurrido la idea de jugar este campo, pero chapeaux! Este es un campazo. Y qué mejor entorno para decidir quien gana el torneo que éste. Cinco kilómetros ochocientos metros de encinas, lagos, bunkers, greenes ondulados y la madre que lo parió que nos van a hacer arrepentirnos de aquel último gintonic en Casa Futre o de esas dieciséis botellas de vinho verde que, joer, entraba sólo con el marisco de la cena. Pares tres de 180 metros, pares cuatro de 380 metros y pares cinco de 470 metros nos esperan cuál B12 a la yugular... Y parece facilito en el mapuca éste que me he bajado de la página güeb... sí sí... y como sople el levante ni te digo...
.


No hay comentarios.: