Pues parece que ya está aquí. Ni en Kyoto, ni en Cancún ni en Copenague, lo tenemos ya aquí: el cambio climático. Por segundo año consecutivo las bajas temperaturas, la nieve y el hielo han aparecido por estos lares. Los metereorólogos ya avisaban que las altas temperaturas del verano en Centroeuropa y la reducción del flujo de la corriente del golfo a casi la mitad de su flujo normal eran claros indicadores de que estabamos a punto de experimentar el invierno más frío en un milenio, que aunque me parece una exageración, acojona, y mucho.
Los indicadores de los que más me fío son los clásicos, gorro, bufanda, guantes, 5 capas más el abrigo, dos pares de calcetines y calzoncillos largos... Cambio climático sí, pero lo del calentamiento del planeta...como que no... vamos, no sé si me entendéis... Doce bajo cero durante la noche y 6 bajo cero durante el día... a nivel del mar. Cómo estarán esos pobres greens (perdón Navarro, grines). De hecho, ésta podría ser la foto del ganador de la próxima Garris.
1 comentario:
A ver Presi:
El calentamiento es global, pero no homogéneo. De hecho, yo cuanto más frío hace, más caliente estoy. ¿Paradójico, no?
El negocio del futuro será amaestrar pingüinos como mascotas... Piénsatelo, que de esta nos forramos!!!
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